Cómo hallar la profundidad del Kung Fu Hung Gar
Por Raymond Wong y Arnaldo Ty Nuñez
Traducción: Guillermo García Salmorán
Al abandonar Hong-Kong Y. C. Wong emigró a los Estados Unidos con su familia. En un principio llegaron a Columbus, Ohio y vivieron ahí durante tres años. Durante este periodo inicial en que vivieron en los Estados Unidos, Wong se dedicó a mantener a su familia y a ayudarla a restablecer su vida en un nuevo país. Un día decidió reanudar su práctica de artes marciales. Se sintió adolorido y rápidamente se dio cuenta de que su cuerpo se resintió por la falta del entrenamiento regular y anheló contar otras personas con quien practicar. La solución fue trasladarse a San Francisco, California, que cuenta con una gran comunidad china. Después de llegar a San Francisco en 1966, abrió su propia escuela de artes marciales en el barrio chino de San Francisco. Wong, quien era muy respetado por su linaje dentro del sistema Hung Gar, rápidamente se estableció dentro de la comunidad de las artes marciales chinas. Su profesor allá en Hong-Kong fue Lum Jo, muy conocido como la autoridad principal del estilo Hung Gar y como el sobrino de Lum Sai Wing, un alumno famoso del legendario Wong Fei Hung.
Los años sesenta, una década de transición
A mediados de los años sesentas, las artes marciales chinas sufrieron un periodo de transición en los Estados Unidos. Hasta esta época, la mayoría de los maestros de las generaciones más antiguas en el barrio chino sólo enseñaban su arte a aquéllos que pertenecían a la comunidad china y desaprobaban la franqueza de enseñar lo que alguna vez fue privado. Esta situación fue real, ya sea que fuera en el barrio chino de San Francisco o en el de Nueva York o en otras comunidades chinas en otra parte de los Estados Unidos. Sin embargo, muchos de los maestros de las generaciones más antiguas del barrio chino eran ancianos y comenzaron a morir durante esta época. Los profesores de Kung Fu más jóvenes como Y. C. Wong, quienes llegaron durante esta época, comenzaron a abrir escuelas y a enseñar Kung Fu de diferente manera. La escuela de Wong fue abierta al público y aceptaba tanto a alumnos chinos como a no chinos. En 1968, Wong fue uno de los maestros jóvenes de Kung Fu (los otros eran Brendan Lai, Jack Man Wong y Peter Kwong) que organizaron y escenificaron una significativa exhibición pública de Kung Fu en San Francisco, la primera en su tipo en los Estados Unidos.
El aprendiz de Lum Jo
El entrenamiento de Kung Fu de toda la vida de Y. C. Wong comenzó en su juventud. Al crecer en su pueblo natal en la provincia de Guang Dong, Y. C. Wong fue introducido en el sistema de Hung Gar por su padre y un tío del pueblo, quien era hermano de entrenamiento de Kung Fu de Lum Jo. Bajo la guía de ambos, a la edad de seis años, Wong ya era capaz de mantener la posición de caballo baja por media hora. Pero vinieron tiempos económicos difíciles con la invasión japonesa a China y la subsecuente toma comunista. Wong, padre decidió ir a Hong-Kong para buscar mejores oportunidades financieras. Ahí, estudió en la escuela de Hung Gar de Lum Jo. Más tarde, cuando el más joven de los Wong emigró junto con el resto de la familia a Hong-Kong, siguió a su padre y también se inscribió en la escuela de Kung Fu / clínica de rehabilitación de los huesos de Lum Jo. Y. C. Wong vivió en la escuela y sirvió como aprendiz y ayudante Lum Jo. Ayudó tanto en la enseñanza del Kung Fu como en el negocio del tratamiento herbario / rehabilitación de huesos que su maestro estaba administrando. La relación duradera de la familia Wong con Lum Jo continúa hoy en día, con una tercera generación de los Wong que estudia bajo la tutela de Lum Jo. En la actualidad, el hijo de Wong, Raymond, continúa visitando Hong-Kong para entrenar anualmente bajo la guía de Lum Jo. Esta relación recuerda la relación que Luk Ah Choy tuvo con la familia Wong del siglo pasado, donde Luk Ah Choy enseñó a Wong Tai, Wong Kay Ying y Wong Fei Hung. De la misma manera, Lum Jo ha trasmitido su conocimiento de uno de los estilos de Kung Fu más populares que surgió desde la provincia de Guang Dong a la familia de Y. C. Wong.
En busca de lo externo e interno
Con el tiempo, Y. C. Wong aprendió y perfeccionó las técnicas de manos y de armas del estilo Hung Gar y completó su aprendizaje bajo la instrucción de su maestro, Lum Jo. En 1959, abrió su propia clínica de rehabilitación de los huesos y escuela de Kung Fu en Hong-Kong. Fue durante este tiempo que decidió ampliar su perspectiva de los diferentes estilos de Kung Fu y decidió probar el estilo norteño de Kung Fu y se fue a estudiar bajo la tutela de Gang Dak Hoi, hermano de juramento y amigo cercano de Lum Jo. Gang Dak Hoi, un experto del estilo Tai-Shen Kwa (una combinación del estilo del mono y de los estilos de Pek Kwa) introdujo a Y. C. Wong a uno de los estilos más populares de Kung Fu que surgieron en la provincia de Shangdong, el Pek Kwa (estilo de la mano de hacha). Mientras estudiaba en la escuela de Gang Dak Hoi, la observación que le causó más impresión a Y. C. Wong fue que después de cada práctica, tanto el maestro como los alumnos realizaban varias series de Tai Chi para relajarse y calmarse. A partir de este momento, Wong comprendió la importancia del equilibrio de la tensión y la relajación en las artes marciales. Esto provocó la motivación de Wong de seguir a fondo el estudio de las artes internas.
Bagua Zhang
Un día mientras Y. C. Wong se encontraba todavía en Hong-Kong, se encontró con un practicante de Bagua Zhang, He K’o-Ts’ai, quien practicaba una mañana en un parque. Aunque Wong no estudió con He K’o-Ts’ai, esta oportunidad de encuentro le hizo comprender que tal estilo existía. Fue después en San Francisco cuando tuvo la suerte de conocer y estudiar con Yu I-Hsie, un sacerdote taoísta, quien había sido por mucho tiempo alumno del afamado gran maestro de Bagua, Kao I-Sheng en Tientsin durante los años treinta. El trato que Wong tuvo con su maestro de Bagua fue que debería primero escuchar las lecturas taoístas de su maestro semanalmente y después practicaría Bagua con él. Durante horas, practicaban el manejo de piernas circular del Bagua combinado con las técnicas variables de palma. Fue a partir de este entrenamiento que el manejo de piernas de Wong se volvió sumamente ágil y fuerte.
Experiencia y una mente abierta
Como Y. C. Wong era un alumno persistente, continuó con la búsqueda de otros estilos de Kung Fu. Muy temprano todas las mañanas desde la puerta de su escuela en la calle Clay en San Francisco, veía un anciano calvo, pero fuerte que practicaba y desarrollaba la energía mientras hacia Tai Chi por la calle en el Portsman Square Park. Esta persona era Kuo Lien Yang, un practicante de Kuang Ping Tai Chi del estilo Yang, una rama poco común de Tai Chi del estilo Yang. Bajo el mando de Kuo, Wong también estudió este estilo raro de Tai Chi del estilo Yang.
En estos últimos años, el interés del Kung Fu de Wong se ha centrado en la investigación sobre la expresión de combate del Tai Chi denominada “empuje de manos” y en ayudar a sus alumnos a que desarrollen buenas técnicas de mano, derivadas de la pelea y la práctica del “empuje de manos”. Exhortó a sus alumnos a que emplearan el estudio del Kung Fu con una mente abierta y que practicaran con muchas personas de diferentes estilos para experimentar diversos estilos de Kung Fu y ahondaran más plenamente en el conocimiento personal.
Todos somos familia
Por Arnaldo Ty Nuñez
Traducción: Guillermo García Salmorán
Pronto entraremos a un nuevo milenio y mientras meditemos los logros del pasado dentro de los anales de las artes marciales en este país, Y. C. Wong mantendrá una sólida posición en el desarrollo del boxeo chino en los Estados Unidos y en la difusión del arte del Hung Gar. Hasta la fecha todavía dirige una de las pocas escuelas de “gungfu” en el barrio chino de San Francisco, manteniendo la tradición del antiguo maestro. Su puerta está abierta a cualquiera que desee aprender. Yo he sido uno de estos afortunados en cruzar la entrada de su casa marcial. En 1993, me atreví a cruzar esa puerta, para mí fue una peregrinación a uno de los grandes iconos del boxeo familiar, cuya reputación se extiende a través de la esfera terrestre. Estaba familiarizado con él por medio de las numerosas portadas de las principales revistas de artes marciales de esa época y estaba ansioso por verlo de cerca. Era muy cortés y muy abierto, aunque en ese tiempo yo practicaba una versión diferente de Hung Gar, pero rápidamente relajó mis nervios diciéndome: “Todos somos familia”. Me mostró la humildad de un verdadero maestro, que no era egoísta y que sólo pensaba que su versión era la verdadera. Desde ese día, empezamos a tener una relación a larga distancia. Cada vez que viajaba a San Francisco, siempre pasaba a saludarlo e incrementaba mi conocimiento de las artes marciales, por lo cual le estoy agradecido y por ser un verdadero maestro.
* El presente artículo fue traducido del inglés al español