La Gran Muralla

 

En los siglos VII y IV a.n.e., o sea, en los períodos de Primavera y Otoño y de los Reinos Combatientes, los principados feudales construyeron murallas defensivas en sus respectivas fronteras con el fin de protegerse de los ataques de los hunos, una de las tribus nómadas del norte de China, así como de los principados feudales vecinos.



Después de que fue unificada toda China, en el siglo III a.n.e., Qin Shi Huang, primer emperador de la dinastía Qin, unió las murallas levantadas en el norte con las que se formó así la Gran Muralla de Diez Mil Li como un todo. Posteriormente, la muralla fue reparada y reconstruida por numerosas dinastías. Badaling, un sector de la muralla, que hoy frecuentan los turistas, fue reconstruido en la dinastía Ming basándose en la obra original. La Gran Muralla, que tiene una extensión total de más de 6.700 kilómetros, arranca por el este en Shanhaiguan y termina, por el oeste, en Jiayuguan atravesando seis provincias y regiones autónomas y un municipio del Norte de China: Hebei, Beijing, Shanxi,Mongolia Interior, Ningxia, Shaanxi y Gansu. La Gran Muralla está compuesta de muros, pasos, atalayas y torres. En los pasos, levantados generalmente en los caminos importantes y protegidos por varios muros, acantonaba el ejército imperial. El paso Juyongguan, una posición estratégica del sector de Badaling, es un punto importante de la muralla. Esta obra tiene 7 a 8 metros de altura y una base de 5 a 6 metros de ancho. Las almenas del muro tienen casi dos metros de alto, y también hay troneras para el disparo de flechas y otros proyectiles. En las cimas cercanas se levantan las atalayas y las torres de señales, que forman una red de comunicación militar. El sector Badaling es hoy un centro de atracción turística importante por su belleza. Después de la Liberación, el gobierno popular ha reparado y restaurado el sector de la Gran Muralla en la montaña Badaling a fin de que se mantenga su primigenio aspecto de imponencia y grandiosidad.