Hung-Ga
Historia del Hung-Ga Kuen
La historia del sistema Hung-Ga comienza en la dinastía Qing (1644-1911), durante el reinado de Yung Jing (1723-1736). El Hung-Ga es el primero de los cinco grandes estilos tradicionales de las familias del sur de China.
Estos son:
· Hung-Ga: Fundado por Hung Hei Gun.
· Lau Ga: Fundado por Lau Sam Ngan.
· Choy Ga: Fundado por Choy Gau Yee.
· Lei Ga: Fundado por Lei Gum Lun.
· Mok Ga: Fundado por el Gui Mok Ching.
Cada uno de estos sistemas es único y posee técnicas distintivas y especiales. Sin embargo, el Hung-Ga junto con el Lei-Ga son los que gozan de mas popularidad entre los practicantes de estilos tradicionales de China.
Después de la destrucción del Templo Shaolin de Henan, acusado de ser albergue de peligrosos revolucionarios en contra de la dictadura gubernamental de la dinastía Qing, el Templo Shaolin Siu Lam de Fujian se convirtió en el nuevo centro de entrenamiento de los revolucionarios que luchaban contra los opresores.
El templo de Shaolin Siu Lam en Fujian gozaba de una reputación tan grande como la del templo de Shaolin. La admisión al Templo de Siu Lam era muy selecta. Quienes buscaban entrar en él tenían que demostrar sus habilidades mediante la superación de increíbles pruebas de destreza y fuerza interna que han llenado de leyendas y cuentos populares a todo el sur de China; sólo quienes pasaran estas duras pruebas serían alojados dentro del Templo y se les permitiría aprender el místico arte del kung-fu.
En ese entonces, Hung Hei Gun, un comerciante común del sur de China del siglo XVIII, tenía controversias con algunos nobles Qing. Sabiendo de lo que estos eran capaces de hacer; Hung buscó refugio en el Templo Siu Lam en Fujian. Hung ya tenía experiencia en artes marciales chinas, por lo que logró superar los requisitos de la entrada al templo. Su destreza y, sobre todo, su persistencia agradó a los monjes de Siu Lam, que le permitieron quedarse y continuar aprendiendo bajo la tutela del Abad Ji Sin, quien fuera la cabeza del Templo Siu Lam de ese periodo. Ahí seria donde Hung Hei Gun desarrollaría su potencial en las artes marciales, perfeccionando sus movimientos y aprendiendo otros nuevos. No pasaría mucho tiempo para que Hung sorprendiera a los monjes de Siu Lam y fuera considerado uno de los mejores aprendices del templo.
Desgraciadamente, el Templo de Siu Lam sufriría el mismo destino que el de Shaolin. En cuanto escucharon los rumores de que los hostiles se entrenaban y se refugiaban en ese templo, los dirigentes de la dinasta Qing, herederos de Yung Jing, ordenaron su destrucción y fue quemado poco tiempo después que el de Shaolin. Sus huéspedes, obligados a huir, se esparcieron por toda China, protegidos por el anonimato. Algunos de ellos siguieron a Ji Sin y otros a Hung Hei Gun. Estos grupos no volvieron a verse jamás.
Hung Hei Gun continuó extendiendo las enseñanzas que aprendió en el Siu Lam, en la provincia de Gwangdong, justamente para levantar el espíritu de la rebelión. Las técnicas de Hung sufrieron algunos cambios y se modificaron de las técnicas originales; sin embargo, durante su entrenamiento, Hung hacia énfasis en los principios básicos y parte de las técnicas originales del templo de Siu Lam.
A principios de 1800, China comienza a sufrir un periodo de varias invasiones por pobladores extranjeros. Etnias de Mongolia y pueblos vecinos atacan China eventualmente, aprovechándose de las disputas internas. Los Qing, conscientes de esta amenaza, refutan sus propios ideales y en vista de la necesidad imperante de que el pueblo se defienda de los ataques, permite nuevamente la libre enseñanza de las artes marciales. Es entonces cuando Hung Hei Gun sale del anonimato para abrir una escuela de artes marciales en la ciudad de Fat en Gwangdong. Cientos de aprendices, en su mayoria campesinos, acuden a la escuela de Hung, pues el nombre de alguien que pudo entrar a Siu Lam y aprender del mismo Abad no es olvidado fácilmente. Más tarde, el mismo Hung modifica el nombre de su arte marcial, usando el nombre de Hung Ga Kuen Sut (Boxeo de la familia Hung).
Algunos practicantes modernos de artes marciales creen que el sistema Hung-Ga es demasiado lento, por el énfasis que hace en sus firmes posturas de pies, pero en realidad no es así, pues para poder luchar hay que tener una buena base, sin olvidar sus principios. El combate ocurre tan rápidamente que es difícil recordar los movimientos necesarios si no se ha realizado una práctica constante de ellos. Es por esto que el Hung Ga Kuen enfatiza tanto su posturas, para que éstas queden grabadas instintivamente en el practicante y las recuerde sin tener que pensar en ellas: «En la lucha, acecha como un tigre, y muévete como un dragón volando».
En la actualidad, el sistema Hung-Ga es muy practicado en todo el mundo al igual que el Choy Li Fut y el Wing Chun, pues son los estilos que más han probado su efectividad en la lucha real. Además de esto, el Hung Ga Kuen goza de un gran afecto por la comunidad China del mundo, debido a su participación histórica en el desarrollo de China. Al aprender Hung-Ga, se sabe que no sólo se está aprendiendo un excelente y efectivo arte marcial, sino que también sus practicantes son participes de la preservación de una gran tradición china que fuera la única arma de defensa de muchos.
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